La maravillosa ciudad es de los principales atractivos del verano español. Compuesta por 4 hermosas playas de arena blanca, cada una con su propia personalidad y características que adornan las costa acompañada de colinas verdes y exubernante naturaleza. Arquitectónicamente, las mansiones y hoteles de la Belle Époque todavía hablan de los días de gloria de San Sebastián, cuando la reina Isabel II de España se bañaba en este mar. Después de su visita, Donostia (por usar su nombre vasco) se convirtió rápidamente en la residencia de verano de facto de la realeza española y otras europeas y desde ese entonces no para de atraer al mundo entero año a año para vivir unas vacaciones de ensueño.